EUROPA PRESS
5 septiembre 2014
Los suplementos de
soja alteran genes asociados al cáncer de mama
La administración de suplementos de
soja altera la expresión de genes asociados con el cáncer de mama, aumentando
la preocupación de que la soja podría tener efectos adversos en el cáncer de
mama, según concluye un nuevo estudio publicado este jueves en ‘Journal of the
National Cancer Institute (JNCI).
El
impacto del consumo de soja en la prevención y el tratamiento del cáncer de
mama no está claro aunque muchas mujeres creen que la administración de
suplementos de soja es beneficiosa, basándose principalmente en los resultados de estudios
epidemiológicos.
Para aclarar este tema, Moshe Shike, del Departamento de Medicina en el 'Memorial Sloan-Kettering Cancer Center' y
el 'Weill Cornell Medical College' en Nueva York, Estados
Unidos, y sus colegas realizaron un estudio aleatorio controlado con placebo
sobre los efectos de los suplementos de soja en la expresión de genes y
marcadores de riesgo de cáncer de mama entre las mujeres diagnosticadas con
cáncer de mama invasivo.
El trabajo, dirigido entre 2003 y 2007 en el
'Memorial Sloan-Kettering',
implicó a un total de 140
pacientes que fueron asignados al azar a la administración de suplementos de
soja (proteína de soja) o placebo (proteína de la leche), desde
la consulta quirúrgica inicial hasta el día antes de la cirugía (rango = 7-30
días).
A continuación, se analizaron los tejidos tumorales
de la biopsia de diagnóstico (pretratamiento) y en el
momento de la resección (postratamiento) y se observaron cambios en varios
genes que promueven la progresión del ciclo celular y la proliferación celular
entre las mujeres en el grupo de soja.
"Estos datos plantean la preocupación de que la soja puede ejercer un
efecto estimulante sobre el cáncer de mama en un subgrupo de mujeres",
concluyen los autores.
Este estudio, según escribe en un editorial
acompañante V. Craig Jordan,
doctor en Ciencias del Departamento de Oncología en el Centro de Cáncer de la
Universidad de Georgetown, "ilustra los peligros del consumo de fitoestrógenos demasiado pronto, alrededor
de la menopausia, pero la biología de estrógeno en condiciones de privación de
estrógeno sugiere que los fitoestrógenos podrían
tener un beneficio una década después de la menopausia".